¡MIS MOTIVOS! TAMBIÉN POLÍTICOS
(...) Cualquier proceso de cambio educativo, no consiste en la substitución de una práctica educativa por otra de forma impuesta. La base legislativa debe procurar los procesos de innovación inherentes al propio centro educativo, quien,siguiendo principios de equidad en la educación, se ha de convertir en el verdadero motor de la acción y del propio cambio, en un continuo de reflexión realizada a la búsqueda de respuestas a las necesidades que le son propias, más que en la búsqueda de soluciones rápidas e inmediatas (...) (Ojea, 1997).
No puedo, por ello, más que estar totalmente en contra del anteproyecto de la nueva ley de educación, que lejos de fomentar un proceso activo de cambio para la mejora del sistema, promueve una direccionalidad extrema en las finalidades y también en los medios del proceso académico (itinerarios), que la convierte en altamente estructural y promueve, en exceso, un proceso pasivo.
Ojea, M. (1997). Profesionales reflexivos y modelos de atención a la diversidad. Revista Galego- Portuguesa de Psicoloxía e Educación, 1 (1), 77- 91.