2 DE ABRIL: DÍA INTERNACIONAL DE LA CONCIENCIACIÓN EN RELACIÓN CON LAS PERSONAS CON AUTISMO
ROMPIENDO LAS BARRERAS PSICO- SOCIALES
La Región: 8/4/2018
El autismo es un trastorno psico- neurobiológico del
desarollo de etiología predominante genética, que afecta, sobre todo, a la
creación espontánea de relaciones funcionales a o largo del procesamiento de la
información. Los programas estructurales complementados con imágenes mejoran
las conductas objetivas, no obstante, para avanzar en el desarrollo cognitivo,
es preciso incidir en la formación de nexos (nodos neurales), que relacionen,
tanto los procesos de aprendizaje (capacidades adquiridas- capacidades nuevas),
como el desarrollo de relaciones durante el proceso serial cognitivo: memoria
sensorial (MS)- codificación (MT)-memoria permante (MLP).
Según el Centro de Control de Discapacidades de USA (2018),
la prevalencia de los TEA es de 1/68 personas, en el Reino Unido o Dinamarca,
se indica una incidencia del 1/100, la OMS del 1/150; por su parte, en los
estudios realizados en España se prevé una media de prevalencia del 1/100. Sin
embargo, actualmente, la detección temprana o precoz del trastorno está muy
lejos de estos datos, ya que las estadísticas de diagnóstico reales se
aproximan tan solo al 10% de esta incidencia, lo cual afecta muy negativamente
a la respuesta psico- socioeducativa de dichas personas por la carencia de un
diagnóstico específico adecuado.
Esta situación implica serias dificultades para establecer
los procesos de detección temprana necesarios para facilitar una intervención
integral de las personas con TEA. Dicha intervención ha de producirse, según la
propia Organización Mundial de la Salud, apoyada por más de 60 países, en base
a la supresión de las barreras físicas (medios técnicos de comunicación),
psíquicas (medidas de inclusión educativa) y sociales (inclusión socio-
laboral), con el fin de garantizar las medidas de inclusión social y educativa,
así como la inserción socio- laboral adaptada a dichas personas, cuyo objetivo
último es promover una vida independiente y autónoma de dichas personas. En este
proceso, pueden ser necesarias diferentes intensidades de ayuda, tanto de tipo
técnico como humano o servicios de mediación, de acuerdo con los niveles de
intensidad o gravedad del nivel de presencia del trastorno.
Aunque, la inclusión educativa y social está debidamente
reconocida a nivel legal, sin embargo, a efectos prácticos, todavía queda mucho
por hacer en una sociedad, caracterizada por la falta de una información
objetiva sobre dicho trastorno.
Pero, es, sobre todo, en el ámbito socio- laboral, en el cual
los déficits en las medidas de formación y mediación o ayuda mediada para el
desempeño laboral son mayores, las cuales deben conformar el reto básico de la
sociedad del futuro.
